Versos a lo divino
EL ARREPENTIMIENTO DEL HIJO
PRÓDIGO

  Yo soi el pródigo hambriento
Que vengo necesitado,
Buscando desesperado
De vuestra mesa el sustento.

  Padre, vengo arrepentido,
Admítame por piedad;
Conozco mi iniquidad
Por lo tanto que he sufrido;
Lloroso i enternecido
Arribé a su habitamiento.
Mal haya de aquel momento
De cuando me separé;
Pero hoi le digo aquí a usté
Yo soi el pródigo hambriento.

  No niegue a su amado hijo
Porque ha perdido la herencia;
Ya que me hallo en su presencia
Suspiro, lloro i me aflijo;
Yo soi el que ántes bendijo,
Deme el abrigo a su lado;
Estoi mui desengañado,
Ya no quiero mas sufrir;
Aunque tengan que decir
Que vengo necesitado.

  Prometo mas no salir
Un momento de su hogar;
Lo tengo que acompañar
Hasta dejar de existir;
Ya ha llegado, hai que advertir,
Mi pena al máximo grado;
Corrido i avergonzado
Llego en estos casos tales,
I alivio para mis males
Buscando desesperado.

  El dia que recibí
Mi herencia, era moderno,
Olvidé el amor materno
I a usted lo desconocí;
Le dije adios i me fuí
Con un gran atrevimiento;
I aquí con mi paso lento
Hoi vuelvo por si me da,
Siquiera por caridá,
De vuestra mesa el sustento.

  Al fin, mi padre amoroso,
Corra i écheme sus brazos,
Para yo acortar mis pasos
I contarme el mas dichoso,
Vengo buscando el reposo
Casi muerto de dolor;
Si no ha borrado el amor
El que ántes me tenia,
En el nombre de María
No me niegue por favor.

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