Yo, como amante de la mo-
ral y que no me gusta la sin-
vergüenzura, voi a dar cuenta,
a la autoridad de dos escánda-
los que se cometen acá en este
hermoso puerto, el uno es, en
uno de los salones que existen
en Playa Ancha, en dicho sa-
lon hai tres Evas, de estas de
la vida alegre, los nombres de
las hurí son B. E, C, las cua-
les tienen por gala todos los
Lunes vestirse de hombre y
ponerse a remoler a puerta ce-
rrada, a dicho salon cae el
arguenero y el cervecero y con
la ropa de ellos visten las mu-
chachas, una se viste de huaso
y otra de, futre y la otra de
rotito, y los tarambanas se vis-
ten con la ropa de ellas, y así
siguen la cueca, los hombres
vestidos de mujer y las niñas
vestidas de hombres, por eso
seria bueno que alguno de los
jueces mandasen algunos ajen-
tes secretos los dias Lunes a
traer a esas mujeres vestidas
de hombre y los hombres que
se visten de mujer para hacer
los pasear por las calles con
un letrero para que los conoz-
ca la jente, El otro escándalo
que voi a dar cuenta, se en-
cuentra en algunos Fonógrafos,
porque varios de ellos tienen
piezas tan asquerosas, que al
hombre mas salvaje le repug-
naria al oirlas, son tan sucias
y tan obcenas que no hai como
contar dichas piezas faltan
mucho a la moral, porque co-
rrompen a medio mundo, que
tienen la desgracia de aplicarse
los tubos a los oidos, princi-
palmente a los niños chicos, que
son tan curiosos, y toman esos
tubos por oir una cancion o
una cueca, las tales canciones
que oyen son unas barbarida-
des que no tienen parangon,
por eso encargo al señor Do-
minguez, o al señor Santa Cruz,
que manden algún ajente a oir
lo que les digo y veran si es
cierto lo que cuento en mis
versos, uno de ellos vino donde
mí a mandarme hacer un pleito
y porque no le puse herejias
no me lo compró ¿que tal los
tales fonógrafos?
DANIEL MENESES, Poeta Nacional Chileno.
QUEBRADA MARQUEZ NUM. 61