Triste el cisne canta i llora
Dándonos su adios pestrero,
Reposa el blanco Lucero
En los brazos de la Aurora.
Alumbra con elegancia
Al nuevo dia la luz,
I la flor de su capuz
Nace dándonos fragancia.
I el ave con arrogancia
Trina con su voz sonora
En la selva encantadora,
Goza de paz y dulzura,
I al pié de su sepultura
Triste el cisne canta i llora.
Se ven los blancos albores
Alumbrar en el oriente,
Embalsaman el ambiente
Las aromáticas flores
Los canarios parladores.
Gorjean de Enero a Enero;
Despues a su habitadero
Cada cual marcha derecho
A descansar en su lecho
Dándonos su adios postrero.
Ya lo que pasa el calor
Sopla lento el cefirillo
I el hermoso bosquecillo
Muda de aspecto y verdor;
I silva en el espesor
Todo pájaro agorero,
Se muestra mui altanero
Oculto en la enramada
I en su órbita plateada
Reposa el blanco Lucero.
Se ve la hermosa colina
Verde, i con tal lozanía,
I al oscurecerse el dia
La encapota una neblina
I la brisa vespertina
Aparece engañadora
Cual soberana señora
Camina i mui poco avanza
I así mi suerte descanza
En los brazos de la Aurora.
Al fin canciones por miles
Entonan en la pradera
En tiempo de primavera
Los pájaros volatiles
Los corderos sus rediles
Dejan, i marchan al prado
Alegres en sumo grado
Toditos en compañía
Triscan con mucha alegría
Al verlo tan adornado.