Dos reos hai sentenciados
A muerte entre la cadena;
No les indultó la pena
El gran Consejo de Estado.
En Valparaiso, señores,
Está el uno, jime i llora
Solo esperando la hora.
Con sacrificios mayores
Exhala tristes clamores
Entre los mas rematados
Que sufren encadenados
La mas grande tiranía,
A dar la última agonia
Dos reos hai sentenciados.
El otro con afliccion
Se halla en Rancagua en la mala,
Solo esperando la bala
A nombre de la nacion.
Ténganles, pues, compasion
Hoi nuestras leyes chilena,
No se vea tal escena
Por lo que los jueces fallan
Aunque ellos por hoi se hallan
A muerte entre la cadena.
Sufriendo están con paciencia
Los reos con sentimiento
Solo esperan el momento
El cúmplase la sentencia.
No han encontrado clemencia
Ni un alivio en su cadena.
Lloran como Magdalena
En la época presente,
Le dirán al Presidente
No les indultó la pena.
No es propio que en la ocasion
Se fusile al ciudadano,
Porque es un acto inhumano
Que no tiene parangon,
Para la historia un borron
Es según se ha comprobado;
Tendrá que quedar grabado
Esto digo ufano i franco,
Dijo mueran en el banco
El gran Consejo de Estado.
Al fin, desde hoi quisiera
I pedirlo me es forzoso
Que en el cadalso afrentoso
Ningún compatriota muera;
I si esto así no se hiciera
Alegaré, i con razon,
Pidiendo con atencion
Como punto natural,
Que del Código Penal
Bórrese la ejecucion.