Lector en Antofagasta
Sucedió un crímen sangriento,
El cual con pena lo cuento
Hasta que me digan basta.
La infeliz desgraciada
Dicen que estaba solita,
Y con lujuria inaudita
Fué sin duda asesinada.
En busca de alojamiento
Los asesinos llegaron,
Y a la mala la agarraron
Con un cruel atrevimiento.
La tajada fué certera
Que a la mujer se le dió,
Solo con esa quedó
Muerta y con las tripas fuera.
A la mala la agarró
Sin duda un picaro a ella,
Y sin oir su querella
El puñal le sepultó.
En un brazo otra tajada
Tambien ella recibió,
Despues al suelo cayó
Y en sangre quedó bañada.
Se dice que de mujer
Un ladron iba vestido,
Y ese fué el mas atrevido
El que la hizo fenecer.
La pobre mujer gritaba
Talvez socorro pidiendo,
Aunque se estaba muriendo
Ninguno la ausiliaba.
Muchas alhajas señores
En esa casa encontraron,
Las cuales se las llevaron
Los perversos salteadores.
Bastante ropa y dineros
Se dice que le robaron,
Y cuanto objeto encontraron
Se llevaron los rateros.
El perverso criminal
Con un instinto malvado,
Le dejó a ella clavado
En la garganta el puñal.
Al fin, Luisita espiró
Talvez mui atormentada,
En esa noche malvada
Su última agonia dió.
DANIEL MENESES, Poeta Nacional Chileno.
QUEBRADA MARQUEZ NUM. 61