Versos a lo
adivino

  La gloria es una ciudad
Reino celestial bendito
Imperio del infinito
Mansion de felicidad.

  Ningún arquitecto humano
Hara un trono parecido
De brillantes esculpido.
Es el del gran soberano
Ir allá en edad temprano
Desea la humanidad
Con paciencia i humildad
Se alcanza ese gran portento
Dice el nuevo testamento
La gloria es una ciudad.

  Es ella por su hermosura
La mas bella i purpurina
Trono de la luz divina
La concepcion mas pura
Toda humana creatura.
Entra, ahí, de hito en hito,
Yo deseo, lo repito,
Alcanzar a esa grandeza
Al ver que es por su belleza
Reino celestial bendito.

  Tierra de paz i alegría
Es esa ciudad mui buena
Allí no se siente pena
No hai noche, todo es dia,
El canto i la melodía
Se oye sin ningún delito
Un año se hace un ratito
En la ciudad principal
I es por lo mui esencial
Imperio del infinito.

  Cantan cantan, querubines
I toditos los arcánjeles
A ese gran grupo de ánjeles.
Se unen los serafines
Aleluyas i maitines
Entonan con gran deidad
I tambien la real majestad
Se alegra dice la historia
I es la que llaman la gloria
Mansion de felicidad.
  Al fin no hai en este mundo
Palacio mas reluciente
Como el del Omnipotente
Que es de un esplendor fecundo
Sobre esa ciencia me fundo
Demostrando las caricias
Doi exacta estas noticias
Divinas por permision
I es la celestial mansion
Un gran jardin de delicias

Imp. Leon Victor Caldera. Bandera, 919

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