Hai una mujer decente,
Mui divina i soberana:
Vive esta santa cristiana
En un palacio excelente.
Es noble, limpia i mui pura;
Desde que existe en la faz
No se la casado jamas
De darnos gozo i dulzura;
Es inmensa su ventura
Que ministra al ser viviente;
Por dón del Omnipotente
Es ella la distinguida;
De la gracia revestida
Hai una mujer decente.
Ocho letras principales
Es su nombre, se ha sabido;
Ocho mas por apellido,
Tiene, i esta es la señales;
Suman dieziseis cabales
Escritas en una plana.
De ella la dicha mana
Por su anjelical pureza,
I es por su naturaleza
Mui divina i soberana.
Es la reina universal;
A Dios conoce por padre;
Es sacratisima madre
Sin la culpa orijinal;
Es ella la celestial
Desde una edad temprana.
En sus misterios se afana
Darnos su leal doctrina.
Por la permision divina
Vive esta santa cristiana.
El Hacedor por sí mismo
Le dió vida i potestad,
Con su infinita bondad,
Para bien del cristianismo.
Con el agua del bautismo
Es su hijo, todo inocente.
Hasta la époea presente
Es de todos respetada,
I se halla mui adornada
En un palacio excelente.
Al fin, con cariño tierno,
Segun lo que se interpreta,
La adora i la respeta
El anciano i el moderno;
Su poderío es eterno
I nunca se acabará,
Muchos siglos reinará;
La gran hija Siion;
Hasta la consumacian
Su fé permanecerá.