Llegó el Conde Sijifredo
Donde Jenoveva estaba,
La cual no lo conoció
Porque desnuda se hallaba.
A una caza se marchó
Del castillo con su jente,
I en el bosque de repente
Con la cierva se encontró,
El con gusto lo siguió
Sin tener temor ni miedo,
Por ese bosque de enredo
Para él fué un paraiso,
I a la cueva de improviso
Llegó el conde Sijifredo,
Por un fértil matorral
Andaba aquel gran señor,
I en medio del espesor
Topó con el animal,
De una manera casual
La encontró donde pastaba
La cierva se le arracaba,
Pero él de atras la siguió
I hasta que por fin llegó
Donde Jenoveva estaba.
De su jente mui distante
El Conde andaba cazando,
Pensativo imajinando
Lo pasaba delirante,
Por el prado deleitante
Bastante tiempo pasó,
Cuando a la cueva llegó
Fué mui grande su sorpresa,
I a su querida condesa
La cual no la conoció
La cierva mui presurosa
Al Conde guió con tino,
I por milagro divino
Lo llevó a donde su esposa,
Siempre humilde i hasendosa
El señor la conservaba,
Desde fuera él la miraba
Sin poderse contener
Ni la pudo conocer
Porque desnuda se hallaba.
Por fin, bastante abatida
Ella de adentro le habló
Le dijo lo que lo vió
Yo soi tu esposa querida,
Es humana de esta vida
Porque me habla el Conde dijo
I se atracó al escondrijo
Tan solo por ver quien era,
Cuando vió llegar de afuera
A su mui amado hijo.