TRISTE FUSILAMIENTO
DEL REO MUÑOZ

  Ya está sentado en el banco
El reo, ¡Virjen María!
Sin demora ni tardanza
Pronto va a dar su agonía.

  Ya salió de la capilla
El infeliz desgraciado,
Con grillos i encadenado,
Pero su conciencia brilla.
Con alma mas que sencilla,
Marcha a servir de blanco,
Con tan macilento tranco,
Al ponerse a imajinar,
Dirá la jente al mirar
Ya está sentado en el banco.

  ¡Qué pena, qué desconsuelo
Tendrá en el corazon
Sin saber si su perdon
Se lo dará el Rei del cielo!
¡Oh! señora del Carmelo,
Hácele tú compañía,
Que con tal segura guía
Irá a la Santa Mansion,
I tendrá la salvacion
El reo, ¡Vírjen María!

  Ya se ve que va llegando
Al banquillo ultimador;
Pidámosle hoi al Señor
Por él que estará mirando
Que lo vaya perdonando.
Que así el mortal descansa,
I muere con mas confianza;
Haciendo de tí memoria,
Se va derecho a la gloria
Sin demora ni tardanza.

  Ya llegó al banco fatal
Humildemente el cristiano:
Ampáralo, Soberano,
Con tu Corte celestial,
Hoi ya no es el criminal
El de antes que se decía
La jente, i se condolía,
Entre sí los mas piadosos,
Diciendo entre sollozos
Pronto va a dar su agonía.

  Al fin, ya están los soldados
I el ¡tun! i ¡tun! ya se siente,
Mirando al reo de frente,
Con sus armas preparados,
Todos en linea formados.
¡Que terrible confusion!
Causará gran emocion
Ver ya llegar el piquete,
I levantar el florete
Se oirá la detonacion.

DANIEL MENESES
Poeta popular chileno,
Calle Zañartú, Núm. 1070
Imp. —Moneda, 1027

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