Cansado estoi de mirar
A las fragantosas flores:
Jamas he podido ver
La dueña de mis amores.
Me levanto tempranito,
Antes que nadie me vea,
Pensando en mi Dulcinea
Encuentro el dia cortito.
Llega la noche, i solito
Me encuentro en mi triste ho-
[gar,
Pienso en irme a acostar
Con mi esperanza perdida,
Los encantos de esta vida
Cansado estoi de mirar.
A media noche despierto
De mi tan profundo sueño
Soñando en que iba a ser dueño
De una belleza, por cierto;
Luego caigo como muerto
En mi almohada con primores,
Sentí agudos dolores
Por mi inconstante hurí,
Solo vi cerca de mí
A las fragantosas flores.
Una ocasion me quedé
Vestido sobre la cama,
Ardiendo en vivida llama
Toda esa noche pasé.
Al otro dia me hallé
Casi fuera de mi ser,
Sin poderme contener
De frio, por tal desvelo,
Ni concer así a mi cielo
Jamás he podido ver.
Es de advertir que dur-
[miendo
Enamoré a la doncella,
I me contestaba ella
Con un sí como sonriendo:
Patente la estaba viendo
En los jardines mejores,
I de mis tristes clamores
Tal vez que se burlará
Pregunto dònde estará
La dueña de mis amores.
Al fin, ya desesperado
Me propuse de buscarla,
I me dije al encontrarla
Le diré, yo soi su amado,
Con su imájen he soñodo
Mil veses podré contarle
Mis ayes para ablandarle
Su corazón cuando llegue,
No es posible que se niegue,
Porque eso será matarme.