Dos crimenes en
Santiago
EL ROTO QUE ASESINÓ
AL ZAPATERO I AL GUARDIAN
EN LA CALLE SAN ALFONSO
I LA MUJER DESGOLLADA
EN LA CALLE DE SAN PABLO

  Un rotito guachuchero
Por gusto, i por humorada,
Ultimó de una tajada
A un pobre zapatero,
Cayó al suelo el tira cuero
Procimo a dar su agonia.
I un guardian que este veia
Corrió a presar al carajo
El cual le pegó otro tajo
Mas grande, i alevosio.

  El rotito de mano armada
Al guardian quien lo creyera
Los intestinos afuera
Le hechó de una pañalada.
Al ver la acción deproyada
Corrió un señor comerciante,
A tomar preso al falsante
En el acto se propuso
I porque no fuese intruso
También le pegó el tunante.

  Al poco rato despues
Fué apresado el pobre leso,
I se presentó mui tieso
A la presencia del juez,
Con mucha desfachates
Dijo yo le he pegado,
Por que estoi acostumbrado
De hacer lo que he hecho,
I con mui justo derecho
Debo quedar encerrado.

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