¡Ai! Dios que será de mí
Próximo estoi a morir,
Tendré que ser fusilado
Sin poderme resistir.
¡Ai! ya siento en mi mente
La muerte de que me zumba,
I en las puertas de tumba
Me hallo por ser delincuente.
Pronto vendrán de repente
Solo a sacarme de aquí,
Porque la gracia perdí
I soi un gran criminal!
En este trance fatal
¡Ai! Dios que será de mí.
¡Ai! parece que estoi viendo
El banco del homicida,
Donde con mi propia vida
Pagaré el crímen horrendo.
El que cometí, comprendo.
Privándole del vivir,
A otro, yo según decir,
Por mis malos pensamientos;
En estos tristes momentos
Próximo estoi a morir.
¡Ai! que siento en mi agonía
Las parcas devoradoras,
Entre setenta i dos horas
Pasaré a la tumba fria.
Cúmplase la vida mia
Ya que nací desgraciado,
Conozco que soi malvado,
Perverso i picaronazo:
Cuando se me cumpla el plazo
Tendré que ser fusilado.
¡Ai! que veo al oficial
Que ya levanta el florete,
Para indicarle al piquete
Que yo soi el criminal
A la primera señal
Las balas han de partir,
De los rifles, sin mentir
Al verlas que van derecho;
Yo le presentaré el pecho
Sin poderme resistir.
Al fin, me hallo arrepentido
Quitenme la vida luego,
Por un favor se los ruego
Que ya estoi harto aburrido.
Tiempo que tarda es perdido
Para mí i esto es razón,
Ya no pienso en mi perdon,
Que me lo den por cariños;
Solo les encargos niños
Que apunten al corazon.