EL OBRERO. Tás, tás, tás
RIESCO, Quién es el que toca
la puerta?
EL OBRERO. Un obrero que
quiere hablar con su exelen-
cia.
RIESCO. Entre mi gran ami-
go, para saber que es lo que
necesita.
El obrero. Mui buenos dias
le doi a su exelencia.
Riesco. Felices lo pase Ud.
mi querido amigo, que se le
ofrece? diga todo lo que ten-
ga encerrado en su corazon.
El obrero. Señor lo que me
trae a su presencia, es el sal-
vajismo que he presenciado
estos dias por las calles de
esta hermosa capital.
Riesco. Pero amigo, qué
queria que hiciera yo, siendo
que el pueblo se hallaba en-
brutecido?.
El obrero. Pero señor, me
admira lo que me contesta,
siendo Ud, el Jefe de la Na-
ción, Debia de haber puesto
cuidado en la propaganda
que estaban haciendo varios
diarios, i haber declarado a
todo Chile en estado de sitio,
i por medio de un decreto ha-
ber hecho llamar a todos los
escritores propaganditas a la
Moneda i hubiera formado
un consejo de guerra para
juzgarlos; i a los que no hu-
vieran marchado por la sen-
da del progreso i la paz, en el
acto los hubiera hecho fusi-
lar, no se habria visto el es-
cándalo que se presenció, ni
la pérdida de tantos obreros
que han muerto, i otros heri-
dos que han quedado, por el
sable de los que guardan el
órden.
Riesco. Pero, mi amigo, los
tales escritores se valen del
pretesto de la libertad de im-
prenta, para publicar sus opi-
niones i yo no puedo estobar.
El obrero. Sí, es verdad lo
que dice, pero que publiquen
progreso, moralidad i no sa-
queo.
Daniel Meneses, Poeta Nacional Chileno Borgoño, 1349
Imprenta AMERICA-Bandera 858 — Santiago