Putifar el intendente
Era del rei Faraon,
José el justo varon
Padeció injustamente.
Hijo de un gran patriarca
Era José, y mui querido,
Por sus hermanos vendido
Fué a otra estraña comarca,
Quiso la opresora parca
Castigarlo mui cruelmente,
Pero el Dios omnipotente
A fin que no blasfemara,
Hizo de que lo comprara
Putifar el intendente.
Despues que lo compró
Le dijo, serás mi siervo.
Y esta noticia conservo
Del modo como pasó.
El con gusto le sirvió
Con humilde corazon,
Y su mui leal patron
Lo amó como involuntario,
Porque primer secretario
Era del rei Faraon.
Se enamoró del hebreo
La esposa de Putifar
Lo principió a cariciar
Para sasear su deseo,
Lo hizo perder el empleo
Por negarle él su pasion,
Desde esa misma ocasion
Ardió un volcan en su pecho,
Y a la cárcel fué derecho
José el justo varon.
Cuando Putifar volvió
Lo recibió sollozando,
Ella, y le contó llorando
Lo que con él le pasó.
El esposo se enojó
Y lo trató de insolente,
Pero el mancebo inocente
Entró en el cruel padecer,
Por esa infame mujer
Padeció injustamente.
Al fin, José le clamaba
A Dios con triste pensar,
El rei lo mandó sacar
De la prision en que estaba,
A su lado lo llevaba
Aunque era jóven moderno
Y con un cariño tierno
Desde el trono lo bendijo,
Y por lo sabio y prolijo
Le dió todo su gobierno.
Imp. G. Weidmann, Valp.