Una avecilla en un prado
Casi muerta de dolor,
Se lamentaba i decia
Dónde se hallará mi amor.
Un dia de madrugada
Emprendió el vuelo violento,
En busca del alimento
Se internó a una emboscada,
Como no encontrase nada
Se dirijió a un despoblado,
Llegó i lo encontró alfombrado
Con aromáticas flores,
I cantaba con primores
Una avecilla en un prado.
Con su canto lastimero
Saludaba al medio dia,
Pidiéndole la alegría
En su mismo habitadero,
Un dia su dormidero
Llegó con gozo mayor,
El astuto cazador
Le hizo el punto i le tiró,
Pero ella se le voló
Casi muerta de dolor.
Una mañana temprano
Llegó a un jardin con empeño,
I por madurado dueño
Le preguntó al hortelano,
Contestóle el cortesano
De que el tampoco sabia,
I ella con melancolía
Se sintió con esa escena,
¡Ai! ya me muero de pena
Se lamentaba i decia.
Ver que no hallaba a su amante
En el critico momento
Lanzó sus ayes al viento
Fatigada i delirante,
Con un dolor inconstante
Se dirijió a un verdor,
Acosada del calor
Recorria aquel paraje
I decia entre el follaje
Dónde se hallará mi amor.
Al fin, se quedó dormida
Pensando en su bien que amaba,
I entre su sueño soñaba
Que su pasion es perdida,
Pesaroza i aflijida
Se halló cuando despertó,
Tendió la vista i no vió
A su consorte adorado,
Dijo ya me habrá olvidado
Porque no me acompañó,