SEPARACION
DE UN
MARIDO DE SU ESPOSA

  No pude encontrar consuelo
Desde que salí a rodar,
Léjos de mi bella esposa
Solo me faltó el llorar.

  Dia once me separé
De mi dulce y tierno amor,
Y en un hermoso vapor
Las aguas del mar zurqué
Al puerto donde llegué
Me encomendé al Dios del cielo
En un contínuo desvelo
Lamenté mi desventura,
Y ausente de mi hermosura
No pude encontrar consuelo.

  Angustiada me decía
Con su pañuelito ¡adios!
Y sobre el muelle, a las dos,
Paradita las veía,
Yo con gran meláncolía
No la queria mirar,
Me fuí haciendo a la mar
Empujado por el viento
Y no he hallado contento
Desde que salí a rodar.

  Del puerto donde atraqué
Le escribí a mi amada bella,
Y con plata para élla
Una carta le mandé
En la cual le declaré
Mi viaje, cosa por cosa
De allí con marcha forzosa
Pasé por buscar la buena,
Y siempre pasé con pena
Léjos de mi bella esposa.

  Cada vez que me acordaba
De mi amada compañera
Mas que nunca no quisiera
Un triste suspiro daba.
Mi corazon batallaba
Diariamente sin cesar
Sin poderlo socegar
Me dije el sentir no aguanto
Y de verme sufrir tanto
Solo me faltó el llorar.

  Al fin, del Huasco en bonanza
Me embarqué en otro trasporte
De juntar plata en el Norte
No perdía la esperanza,
Quién porfía mucha alcanza
Me dije en esos lugares,
He de volver a mis lares
Llevando algún principal
hoi me hallo en la capital
Con otros nuevos cantares.

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