La Huelga del 12

  El dia doce, señores
Se principió el alzamiento,
Dejando oirse el lamento 
Con ayes aterradores.

  Al aclarar de ese dia
Bajó toda la poblada,
De los cerros a la esplanada
A pedir lo que quería.

  Al muelle de Prat se fueron
Los huelguistas con afanes,
Aunque allí había guardianes
El embarque prohibieron.

  En plaza Echaurren, advierto
La señora Policía,
Dejó con gran bizarría
Al primer obrero muerto.

  El pueblo se enfureció
A vista de aquel cinismo,
Y con un gran patriotismo
A pelear se preparó.

  Los pacos desenvainaron
Sus sables lijeramente,
Y a la pacifica jente
De planazo le pegaron.

  El Intendente ese dia,
Con mas de mil ademanes,
Dió órden a los guardianes
Hacer la carnicería.

  Dijeron los presidentes
Ese dia mui severos,
Sostener a los obreros
Ellos no eran competentes.

  Les contestó el señor Bravo
Enérjico y mui sagáz,
Diciendo él era capáz
De pelar solito el pavo.

  La huelga se declaró
Creyendo sacar provecho
Y puso al frente su pecho
Y al fin algo consiguió.

  Unas de las Compañías
Que existen en lo presente,
Resistió mui tenazmente,
Con sus grandes picardías.

  A la Sud Americana
El pueblo le prendió fuego
Y la bomba desde luego
Dió aviso con su campaña.

       (Continuará)

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