Mi vidita, mi vidita,
Mi dulce amor; dulce amor,
Ven por favor, por favor
A mí, perlita, perlita.
Tiempo hace ya ingrata mia,
Que te adoro delirante
Sin olvidarte un instante
Ni de noche ni de día;
Pero hasta hoi tu alevosía
De resistencia inaudita
A morir me precipita,
Impía, cruel, inhumana;
No seas pues tan tirana,
Mi vidita, mi vidita.
Si el ideal de mi ventura
I de mi gozo inefable,
De mi dicha imcomparable
I de mi gloria mas pura,
Tu no mas eres, procura
Calmar el fiero dolor
Que me consume al rigor
De tu indiferencia crel.
No me castigues con el
Mi dulce amor, dulce amor.
No me sigas ultimando
A pausa con tu inclemencia,
Cuando ya hasta la evidencia,
Sabes que te estoi amando,
I mira que voi llegando
Ya a mi suplicio mayor;
Cambia ese nó matador,
Vida mia, por un sí
I a pronunciármelo amí
Ven por favor, por favor.
La desconfianza, el recelo,
No te arrendren, sol brillante;
Yo soi el mas fiel amante
Que existe bajo de cielo;
Pon término al cruel desvelo
Que a mi alma tiene marchita;
Decídete hoi, palomita,
A dar fin a mi tormento
I háceme morir contente
A mí, perlita, perlita.
Al fin, aunque estoi ausente
De tu vista, i no te veo,
Pero, mi dulce recreo,
Siempre te tengo presente
Lo que mi corazon siente
Quien te pudiera contar
Algún dia he de alcanzar
La dicha que estas gozando,
Para llevarme cantando
Las penas de mi pesar.