En ferrocarril, tectores,
Ya no se puede viajar
Porque suceden horrores
I desgracias sin sesar.
Increible es que ocurriera
Lo que actualmente sucede,
Que ya nadie viajar puede
Si acaso morir no espera.
Al que atormentan de veras
Del mundo los sinsabores,
No manifiesta temores
De morirse en un momento;
I viaja sin sentimiento
En ferrocarril, lectores.
Todo aquel que mal se siente
I del mundo está aburrido
Se sube al tren, decidido
A morirse de repente;
Por eso, prudentemente
Nos debemos preservar
Si queremos conservar
Por algún tiempo la vida,
Porque ya es cosa sabida
Que no se puede viajar.
Choques i desrielamientos
Son sucesos cotidianos,
I estos heches inhumanos,
No han servido de escarmiento;
Tales acontecimientos
Nos causan muchos temores
I nadie podrá, señores,
Viajar con tranquilidad,
Porque no hai seguridad
I son muchos los horrores.
Las pérdidas personales
Que se han de esperimentar
Son muchas, a no dudar,
Aunque algunas son casuales.
De los desastres totales
No se ha podido sacar
Resumen, i es de esperar
Que no pasen adelante,
Porque males hai bastantes
I desgracias sin sesar.
Remedio aún no se pone
Para poder evitar
Que se tenga que matar
Todo el que a viajar se espone.
Vivanco es el que dispone
De la vida del viajero
Tiene interes verdadero
En que ocurran mil atrasos,
I sucedan VIVANCAZOS
Que asombren al mundo entero.
Imp. de LA JUSTICIA, Eyzaguirre 84-B