LA MAQUINA INFERNAL

    La vida del Presidente
En grave peligro ha estado:
Asesinarlo un malvado
Queria cobardemente.

    Le hubieron de remitir
Una caja o maquinita
De pólvora o dinamita,
I al abrirla iba a morir.
Mas hubo de discurrir
Que algún peligro inminente
Encerraba aquel presente,
I no la abrió de recelo.
Estuvo como en un pelo
La vida del Presidente.

    Quieren a fuerza de astucia
Hacer esos malhechores
Lo que hicieron los traidores
Con el césar de la Rusía.
En Alemania i en Prusía
Igual cosa han intentado,
I aqui el primer majistrado,
A quien Dios mil años guarde,
Por un infame cobarde,
En grave peligro ha estado.

    Si ningún mal su excelencia
Hace a sus hijos sufrir,
Entónces ¿por qué concluir
A tan preciosa existencia?
El pueblo lo reverencia
I de todos es amado;
I si es en sublime grado
Bondadoso i compasivo.
¿Por qué intenta sin motivo
Asesinarlo un malvado?

    Si la historia es verdadera
I la verdá es descubierta,
Dirá el Presidente: ¡Alerta!
No estoi para la cartera.—
Sensible será que muera
El hombre mas eminente;
Solo el Dios omnipotente
Sabe cuál es su destino;
I ultimarlo un asesino
Queria cobardemente.

    Al fin, causa admiracion
Que la caja misteriosa.
Aunque era tan peligrosa,
No hizo ninguna esplosión.
Cuánta felicifación
Recibió al siguiente dia
El señor Santa María
Por aquella escapatoria;
I aquí concluye la historia,
Dando esta por despedida.

         BERNARDINO GUAJARDO

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