Al reino de Faraon
Con diez plagas castigaron;
Los cautivos libertaron
Moisés y su hermano Aaron.
Les dijo el Omnipotente:
En la presencia del rei,
Esa vara, por mi lei,
Se convertirá en serpiente.
Tertuliano, es evidente,
Que pasó el Nilo en razon..
Las aguas, fué admiracion,
En sangre las trasformaron
Cuando ya se presentaron
Al reino de Faraon.
El tirano les rogó
Que aquella plaga quitasen,
Y a su pueblo libertasen,
Y despues dijo que nó.
Esto a ellos enojó
Y otra gran plaga le enviaron,
De ranas, que le infestaron
Su reinado de jentiles;
Por igual los varoniles
Con diez plagas castigaron.
No dando la libertad
A su pueblo, a Dios clamaron,
Y los insectos brotaron
A castigar su ruindad.
Siendo confundido ya,
Por si cedia, le enviaron
Moscas que los molestaron
Y peste a los animales…
Esos dos antemurales
Los cautivos libertaron.
La sesta plaga fué a prisa
Con la cual los castigó
Moisés, que al aire tiró
Un puñado de ceniza.
En la sétima, graniza,
Hai truenos e inundación,
Y fué tal la confusion,
Que todos se atribulaban,
Mas siempre con Dios estaban
Moisés y su hermano Aaron.
Al fin, langostas vinieron,
Esta fué la, octava plaga,
Que cual matadora daga,
El esterminio trajeron.
Tampoco se convencieron
Con la grande oscuridad,
Horrible calamidad
Que Dios decretó en su enojo,
Y hasta llegar al Mar Rojo
Dur[ó] del rei la crueldad.