GARCIA

    Quirida vente a mis brazos
de mi amor no te receles.
bien sabes de que por tí
no hai instante que no pene.

    Si por estar tan distante
desconfias que te quiero
antes al contrario espero,
el ser de tí mas amante
fino amor interesante
te ofrezco porque tus pasos
serán conmigo los lazos
que anunciaran nuestros fines,
en vez de ir a otros jardines
queria vente a mis brazos,

    Mis amorosas propuestas
son de tenerte a mi lado,
ignoro lo que has pensado
que nada me contrarresta;
caricias me manifiestas
Bruebá es que de mi te dueles
te suplico que te anheles
a firmarme mi esperanza
ten pues, mi vida confianza.
de mi amor no te receles.

    Si vasilas inseguro
el amor que te profeso,
si no contestas con eso
mi bién mil veces te juro
seria amante perjuro
faltando al pacto que os dí
en el pliego que escribí
te alvertia en un reglon,
que ofrezco mi corazon
bien sabes de que por tí.

    Con breve frecuencia te amo
no sé si hayas conocido,
te aseguro que dormido
sobre el letargo te llamo,
a todas horas te aclamo
i que me oigas me conviene
la distancia me detiene
en el espacio del dia:
cuando por ti vida mia
no hai instante que no pene

    Al fin indeleble encanto
de mis ojos el consuelo,
¿En que consiste tu duelo
que no mitigas mi llanto?
mis penas y todo cuanto
[t]e piden satisfacciones
[a]l oir mis peticiones,
como eres mi fiel recreo
yo soi cuando no te veo
un pielago de aflicciones.

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