El cólera en lo presente
En la provincia Arjentina,
Se ha de evitar esa ruina
De los pueblos del oriente.
El Ministro de la Guerra
Al señor jeneral de armas,
Escribió por las alarmas
Un decreto en mar i tierra;
Todo lo que Chile encierra
Está en peligro inminente,
Pero nuestro Presidente
Dice en la órden jenerosa.
Que ya penetró a Mendoza
El cólera en lo presente.
Buenos Aires i el Rosario,
Los primeros que sufrieron
I morir a cientos vieron
De treinta a cuarenta diario;
Nuestro plenipotenciario
Dando razón determina,
Que de la nacion vecina
Dice a su patria natal,
Que pocos libran del mal
En la provincia Arjentina.
En Córdoba i Santa Fé
Dicha epidemia ha asolado,
I los doctores no han dado
Con la contra así se creé,
I en las aldeas se vé
Que el farmacéutico opina
En hallar la medicina
A nuestro pueblo dichoso,
Por Dios que es tan poderoso
Se ha de evitar esa ruina.
Dicen que en el Tucuman
I en la ciudad de la Rioja
En una grave congoja
Esos dos pueblos están;
Los hacendados se van,
A los campos diariamente
Huyendo del pestilente
Achaque desconocido,
Que al parecer ha venido
De los pueblos del oriente.
Al fin en Salta i San Juan
Lo propio que en Catamarca,
Si esas ciudades abarca
Los habitantes ¿qué harán?
En nuestro país se verán
Por el accidente infiero,
Pedir junto con el clero
A las horas compasivas,
I han de ser las rogativas
Al mismo Dios Verdadero.
NICASIO GARCÍA.
Imp. Victoria.