La que se ausenta queriendo
Tiene sentencia de muerte.
Que se vaya, poco importa,
¿Quién le manda que se ausente
La hermosa Elena se huyó
Siendo la ninfa mas bella;
Por los amores de aquella
El griego tanto lloro.
Una guerra se empesó
Que a Troya vieron ardiendo,
Por tal objeto el estruendo
Resonó en aquel imperio;
Merece un castigo sério
La que se ausenta queriendo.
Paris olvidó a Belona
Por seguir la fujitiva
Que ella en su patría nativa
Despreciaba una corona.
Tétis en su voz pregona
Lo que Neptuno le advierte
Que la mas prolija suerte
Arrimada a una torpeza,
Mas que sea una princesa
Tiene sentencia de muerte.
Minerva en bellos candores
Fué presentada a la corte
En el reinado del norte
Por reglamento de amores,
Dijo: que los amodores
Grecia nada les soporta.
¡Infeliz dama que corta
Manchada con el desdén!
Si cambia el mal con el bien,
Que se vaya, poco importa.
Flora en el pensil amaba
Sintiendo a la compatriota.
Le admitió pues su derrota
I aun distinguido burlaba
I el insendio calsinaba
Al pueblo mas eminente:
Saliendo del continente
Me refiero a la deidad.
Si por su gusto se vá
¿Quién le manda que se ausente
Señores, digo que Diana
Este juramento encierra:
Palas, diosa de la guerra,
Fué en su carácter galana,
La hidalga como inhumana
De tan notable delicia,
Le robaron con malicia
Esto confirmó Platon
Lo que dijo Salomon
No hai bonita sin codicia
ES PROPIEDAD DE NICASIO GARCÍA.