El apio i el perejil,
La lechuga i la achicoria,
El rábano i la zanahoria,
El cedron i el toronjil.
Les vendo los zapallitos,
Tomates i el frejol verde,
I el ají, bravo que muerde,
I los tallos tiernecitos;
El cilantro en ataditos
I de frutillas un mil;
La buena fruta hasta Abril
Uva blanca i la rosada;
Les vendo en la temporada
El apio i el perejil.
Los limones por docenas
Suelo vender de contínuo,
I del Norte el buen pepino,
De igual modo berenjenas;
Cuando están las ventas buenas
Tengo como vanagloria
De llevar en la memoria,
Grito peras maduritas,
Vendiendo las alverjitas
La lechuga i la achicoria.
Les vendo las cebollitas
Para uso de las comidas,
Pues son tan apetecidas
Para las ensaladitas;
Vendo papas nuevecitas;
Es mi venta perentoria,
Por la calle de Victoria
Suelo gritar habas nuevas,
Por pascua vendo las brevas,
El rábano i la zanahoria.
Vendo el fragante alelí
Verduras i coliflores,
Repollos de los mejores,
Los nabos i el salsifí,
Entonado digo así
Dátiles de Guayaquil;
Tambien vendo del pensil
Macetas tan fraganciosas,
Matizo con malva rosa
El cedron i el toronjil.
Al fin castañas cocidas
Vendo en el tiempo de invierno,
Compra el anciano, el moderno,
Porque son ya conocidas;
Camotes a mis queridas
Aviso si me llamais,
I si con cuidado estais,
Yo vendo el peumo gordito,
Lloviendo les pego el grito
Caliente va el mote de maiz.