Este es el sitio sombrio
De Condell el respetado,
Su viaje ya es preparado
Del marino distinguido,
Nuestra República entera
Acompaña el sentimiento,
I se ofusca el pensamiento
Por esa alma que se espera;
Su cuerpo murió como era
Del baron de tanto brío;
Le vereis despavorido
Donde su voz no retumba
I sin embargo esa tumba,
Este es el sitio sombrío.
La hora suprema llegó
De su amarda despedida
Para quedarse sin vida
I su bella alma espiró,
Para la patria legó
Su nombre inmortalizado,
Su heroismo aventajado
Consta en todo el territorio,
Mirando el lecho mortuorio
De Condell el respetado
Su arrojo fué sin igual
I su pericia admirable,
I su valor inviolable
I en todo constante i leal,
Solo ese lance fatal
Que su existencia ha quitado
Hasta ponerla en el grado,
Por el accidente ya,
Para aquella eternidad
Su viaje ya es preparado.
Un arrojo temerario
Siempre sostuvo el guerrero
Con un corazon de acero
Amenazaba al contrario,
Que en Iquique a su adversario
Es como lo han referido,
Que no se dió por vencido
En su débil barquichuelo,
Por lo tanto se hace duelo
Del marino distinguido.
Al fin si la muerte ha sido,
Para que lo premie Dios,
Vino la muerte veloz
Hallándolo arrepentido,
Como ántes fué sucedido,
Que Prat el camino abrió,
I Serrano le siguió,
Riquelme, Orella i Aldea,
Murieron, el lector vea
Que ninguno se rindió.
Nicacio García