Oh cisne que al morir cantas
Gorjeas para tu mal,
Si cantas para morir
Por qué mueres con cantar.
Ave desde que has nacido
No habias visto el contento,
Tu lira y razonamiento
Que te tienen divertido
En que cosa has precavido
Que de ello nada te espantas,
Si el bosque, selvas y plantas
Te anuncian al parecer
Que has alcanzado a saber
Oh cisne que al morir cantas.
Que alegría tan dichosa
La que estas manifestando
Sabiendo cierto y mirando
Al pié de la oscura fosa;
Esperas la hora penosa
Del golpe recio y mortal,
Que será ya la señal
De dolor tan temerario,
Con tu voz por el contrario
Gorjeas para tu mal.
Sin duda que tu inocencia
Alarma tu laberinto
O te avisa tu instinto
Que vuelas a la eminencia,
Ese canto y existencia
No es para vivo salir,
Lo mas cierto es sucumbir
Me hace creer vuestro argumento,
La prueba que eres contento
Si cantas para morir.
Ni los mismos racionales
No han sabido de su cuna;
Avecilla en la laguna
Tu fin está en los raudales,
Infiero los vejetales
O tu virtud singular,
Te han querido divulgar
La vispera de tu muerte,
Sabiendo tu trance fuerte
Por qué mueres con cantar.
Al fin has interpretado
El oráculo en que mueres,
Pero en tu canción no hieres
La estrofa que has entonado,
Un letargo apresurado
A tu corazón advierte,
Que en breve serás inerte
Todo en certeza mencionas
Descifra el verso que entonas
El preludio de tu muerte.