Un bonito casamiento.

    Una vez en San Fernando
Me encontré en un casamiento;
Los padrinos era cojos,
La novia y el novio tuerto.

    La que tocó el instrumento
Con la cabeza amarrada,
Era que ésta era pelada
Y calva de nacimiento.
Un tullido mui atento
Mistela andaba ofertando,
Todos alegres tomando
Fué como haberse escojido.
Estuve mui divertido
Una vez en San Fernando.

    Un viejo zunco de un brazo,
Dijeron este es un suegro,
Decia mucho me alegro
Cuando se empinaba el vaso
Luego llego otro esquinazo,
Era un gangoso mugriento,
Con violin que era un contento,
Nada pude analizar:
Ese dia sin pensar
Me encontré en un casamiento.

    Empezaron a gritar
Una cueca los padrinos,
Con sus muletas de espinos,
Salieron pronto a bailar;
Un sordo fué a tamborear
Pedido de unos antojos
Y un ciego de los dos ojos
Que brindó como discreto,
Vino y me dijo en secreto:
Los padrinos eran cojos.

    Una turnia mui bizarra
Gritó levantando el eco,
Dijo a un negro guaton, chueco,
Alcánzame la guitarra,
Mas curada que la parra
Y aquella cumplió, por cierto;
Cantó, pero como advierto
Arreglada por su estilo;
Y afuera dijo un pililo:
La novia y el novio tuerto.

    Al fin el mas bello mozo
Que habia en la reunion,
Le daba una comezon:
Era que éste era sarnoso;
Todos con baston en trozo
Les aviso y les prevengo,
Si era enfermedad, convengo
Que haya en aquella montaña:
Y de toda la compaña
Los mas venian de Rengo.

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