Al cabo llegastes mi alma.
Que te estaban aguardando¡
Sepultado me verás
Pero en otros brazos cuando
Preparadas y dispuestas
Las cosas para el martirio,
Cruz, clavos, sogas, martillo,
Pregoneros y trompetas
Con órden y arreglo puestas
Fué Jesus con dulce calma,
Besé la divina palma
Diciéndole con alientos:
A dar fin a mis tormentos
Al cabo llegaste, mi alma.
Ven, principio de mi gloria
I estandarte escogido
De aquellos que han meresido
El triunfo de mis victorias,
Sin temor de las custodias,
Prosiguió el Señor hablando,
Los ministros observando
I al decir les causó asombro:
Ven, cruz precioso, a mis hombros,
Que te estaban aguardando.
Con oprobios a Jesús
Le pusieron los judios
Sobre sus hombros molidos
El santo árbol de la cruz
El sol apagó su luz
I tembló toda la faz,
Cristo con humilde paz
Habló y dijo de este modo:
Para que se cumpla todo
Sepultado me veras.
El salvador con sosiego,
Estando en la cruz ya fijo,
En siete palabras dijo
Lo que no cupo en un pliego,
En vuestras manos entrego
Mi espíritu, y espirando
El último aliento dando
Diciendo a su cruz con fé:
En tus brazos dormiré
Pero en otros brazos cuando.
Al fin ya que lo sacaron,
Temen que el autor divino
Se les muera en el camino
I a un cireneo alquilaron;
No por piedad lo buscaron
Ni por verlo en tal estado;
Queria el pueblo malvado
Que aquel cordero inocente
De tres áspidas pendiente
Muriese crusificado.