Yo cumpliré mi destino
Dijo Jesus inocente,
Los azotes a los niños
Para enseñarlos a jente.
En precio de treinta reales
Fué vendido el Salvador,
Aquel divino Señor
Tomó sus penas mortales;
Empezaron a arrastrarles
Hallándolo en el camino,
Les dijo el Verbo Divino
A Judas le dió un abrazo;
Para que logres tus pasos
Yo cumpliré mi destino,
Setenta i dos espinas
De corona le pusieron,
En el instante vertieron
Su sangre pura i divina.
Su santa lei lo imajina
Para ser condescendiente,
Las custodias tan cruelmente
Sin detenerse un segundo;
Mi reino no es de este mundo
Dijo Jesus inocente.
Tando el Señor orando
Sus discipulos queríos
Divisaron los judios
Que a él lo andaban buscando.
Judas el que va entrando
Con los feroces rapiño
Tuvieron el descrutiño
Los soldados i el Mesía
Darle el Señor les decia,
Los azotes a los niños.
Con una caña en la mano
Lo llevaron a Pilato
Los hijos del pueblo ingrato
Se le mostraron tirano;
Lo trataban como insano,
Con insultos de repente;
El juez se mostró doliente
Viendo aquel manso cordero,
Murió Jesus verdadero
Para enseñarlos a jente.
Por fin aquel juez romano
Amparado de Tiberio
Gobernador del imperio
Bajó i se lavó las manos;
Dijo que quedaba sano
De la terrible sentencia;
Ya el pueblo sin paciencia
Taba esperando a Jesus,
El Señor tomó la cruz
Con humilde reverencia.