¡Jesus! qué calor tan grande!
Estoi que ya me derrito.
El remedió está en la mano:
Sirvase usted un traguito.
¡Ai! qué calor ¡Dios Eterno!
Parece que están abiertas
De par enpar las mil puertas
I ventanas del Infierno….
¡Váyase el verano a un cuerno
Antes que al Diablo lo mande!
Por mas que uno en cueros ande,
Anda lo mismo que un pato
Esclamando a cada rato:
¡Jesús! qué calor tan grande!
Por no bañarme en sudor,
Pues sudo que es maravilla,
Quiero dormir sin costilla,
Pero todo es para peor.
Siempre el maldito calor
Me tiene a toda hora frito.
Un cordial yo necesito:
Ya no aguanto mas, lectores,
Porque con estos calores
Estoi que ya me derrito!
Llega un compadre a mi casa
I con él llega el consuelo.
De uno arrimadito a hielo
Un buen vasito me pasa.
Ponche i mas ponche sin tasa
Bebo i nó como cristiano,
Hasta que olvidé el verano
I bien fresquito quedé;
Lo mejor del caso es que
El remedio está en la mano.
Si a una bonita muchacha
Le oyes decir de algún modo
Que le está sudando todo,
Es decir, hasta la cacha,
Pónle la cara mas lacha
I díle mui despacito:
Si este calor tan maldito
La tiene con calentura
Acépteme una frescura;
Sirvase usted un traguito.
Si ella pierde la vergüenza
I acepta tu invitación,
Al momento i de rondon
Con tus frescuras comienza.
I si ella al fin se te trenza
I se deja hacer cosquilla,
Ya verás qué maravilla
Es mi remedio, lector!
Solo quitan el calor
Un trago i una chiquilla!
El Pequen.