La mujer que quiere á un paco
Tiene que ser muy amabte;
Darle gusto á su querido
Y limpiarte bien el sable.
Una niña despreciada
De todos en este mundo,
Con sentimiento profundo
Llora tríste y desolada
Viendo que no es apreciada
Ni por un hombre bellaco
Dice: aunque sea a un macaco
Mi amor le debo entregar,
Que en nada se ha de fijar
La mujer que quiere á aun paco.
Le ofrece un paco comida
Y ropa de algún valor,
Y ella le dá el volador
Como una cosa perdida.
Como es mujer aguerrida
No demuestra ser variable,
I con agudeza estable
Engaña bien al amante
Porque aunque sea inconstante
Tiene que ser muy amable.
Le prodiga su consuelo
Al que la ha hecho feliz
Cuando era una meretriz
Aborrecida del cielo.
Por eso, todo su anhelo
Es darle lo pronetido,
Y cual si fuese marido
Sabe muy bien la chinchosa
Con una cosa sabrosa
Darle gusto á su querido.
La mayor obligación
Que ella tiene es ser muy fiel
Y tenerle siempre á él
Bien guardada la ración.
Nunca cambia de opinión
Con carácter irritable,
Y ya es asunto invariable
En la que á su amante toca
Que ha de coserle la ropa
Y limpiarte bien el sable.
Por último, si á su lacho
Suele tejerle un gorrito,
Es para que el pobrecito
Se abrigue á estilo gabacho.
A veces es como macho
Si con el paco se enoja,
Pues si acaso él se acongoja
Pidiéndole la bolada
Ella se muestra enojada
Y aquello no se lo afloja.
EL ÑATO QUILLOTANO.