El cabo Pozo señores
de un cuerpo de infantería
le puso fin a su vida
a causa de unos amores.
Este cabo ya nombrado,
de una muchacha mui linda
que se llamaba Uberlinda
se encontraba enamorado;
creyéndose ser amado
solicitó sus favores
mas solo encontró rigores
en el pecho de la suegra;
tuvo una suerte mui negra
el cabo Pozo, señores.
Calle Martinez de Roza
al llegar a Matucana
con su mamá algo anciana
vivia la buena mosa;
llegó el cabo con su prosa
la miró con ironía,
i le hizo la puntería
i la lastimó en la frente;
era un riflero exelente
de un cuerpo de infantería.
De la vela i a la llama
pudo ver perfectamente
que la niña ya inconciente
caia sebre la cama;
creyendo muerta a su dama
que era su ilusion querida
preparó el arma homicida
i se la puso en la sien;
disparándose tambien
le puso fin a su vida.
Como en alas de la fama
corrió luego el incidente
i se amontonó la jente
a fin de saber del drama;
copioso llanto derrama
la madre en sus sinsabores
que de los alrededores
venia en ese momento
vino este acontecimiento
a causa de unos amores.
Al cabo, infeliz amante
que murió de modo cruel
lo llevaron al cuartel
por órden del comandante;
a la niña agonizante
se le llevò al hospital
donde sigue menos mal
i a salvo se halla su estado;
¡pobre cabo desgraciado
amante a carta cabal!