En un rincon del infierno
hai un sitio destinado
donde puede el condenado
divisar parte del cielo.
Quien muere sin confesion
despues que mal ha vivido
echando siempre en olvido
a Dios i a la relijion,
dando suelta a la pasion
como incrédulo moderno;
nunca siendo dulce i tierno
sino tosco i altanero
hallará su derrotero
en uu rincon del infierno.
Para el sér que en esta vida
se ha portado como bueno
que tuve el corazon lleno
de bondad bien repartida,
qua hizo justicia cumplida
i fué humilde i mui honrado,
que huyó siempre del pecado
e hizo obra meritoria
en la mansion de la gloria
hai un sitio destinado.
Entregado a la tortura
masticando fuego ardiente
Debiendo plomo caliente
i soportando amargura,
llegando hasta la locura
al verse así maltratado,
entre el fuego sepultado
en aquel penar violento
¿hallar mas duro tormento
dónde puede el condenado?
Ver a la Virjen Maria
i a Dios todo poderoso
entre indefinible gozo
i musical melodía,
respirar siempre alegría
i ver cumplido su anhelo;
ser de la dicha modelo
i gozar eternamente:
es la dicha mas potente
divisar parte del cielo.