EL PAJARILLO

    Se fué mi dueño querido
i solito me ha dejado,
como pajarillo triste
de rama en rama llorando.

    Llora triste corazón
llora sin tener consuelo.
pues has perdido a tu dueño
sin justicia ni razón
Llora pues, es la ocasión
en que está todo perdido.
Me tiene el pecho aflijido
aquello que tanto amaba,
cuando mas contento estaba
se fué mi dueño querido.

    Cuando xo en su compañia
gozaba de su regazo
me dormia entre sus brazos
i mil caricias me hacia.
¡Ai amada prenda mia!
¿Por qué tn amor has trocado,
por qué tan mal has pagado,
mi fina correspondencia?
Te fuiste de mi presencia
i solito me has dejado.

    Si de noche duermo i ando,
si por sosegar paseo
me parece que te veo,
i contigo estoi hablando.
I si duermo estoi soñando
con la pena que me asiste;
¿decidme ¡cielos! no viste
por dónde mi bien pasó?
Mira como me dejó
como pajarillo triste.

    Desde que de tí carezco
sufro tan infausta suerte,
apetezco ya la muerte
i la existencia aborrezco:
continuamente padezco.
La soledad, voi buscando,
allí corro… vuelo i ando…
frenético… delirante…
como un pajarillo errante,,
de rama en rama llorando.

Nota: verso publicado por Nicomedes Santa Cruz en “La décima en el Perú”, p. 147 como “Se fue mi dueño querido”.

Ver lira completa

Agregar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos requeridos están marcados *