Ya se halló al desparecido
don Isidoro Vergara,
con un hachazo en la cara
dentro del rio metido.
De alarma i curiosidad
estaba Talca ajitado
sabiendo que este hacendado
se perdió de la ciudad,
se sospechaba en verdad
que victima hubiera sido
e algún crímen cometido
por esos alrededores;
por dos o tres pezcadores
ya se hallò al desparecido.
Un deudo del caballero
ha ofrecido como albricia
al que diera dél noticia
mil pesotes en dinero;
dieron con el derrotero
con suerte i fortuna rara,
vadeando con una vara
el fondo del rio Claro
se halló en un remanso raro
don Isidoro Vergara.
Al sitio de la volina
fué el juez i otra autoridad
i el médico de ciudad
don Crisólogo Molina;
el cadáver se examina
i por lo que se declara
es cierto que se encontrara
el cuerpo reconocido
dentro de un saco cosido
con un hachazo en la cara.
La rapiña ha sido buena
despues de la alevosía
su cartera está vacía
i no hai reloj ni cadena;
esta dolorosa exena
se ha ejecutado sin ruido,
cuando lo vieron tendido
despues que lo retobaron
por seguro lo dejaron
dentro del rio metido.
A ver que hace el juez Matús
i el ministro Roman Blanco
a ver si salen del tranco
i hallan del crimen la luz
no se dice chus ni mus
pero la justicia aprieta
ya la pista está completa
i los tienen que encontrar,
si los llegan a atrapar
que los cuelguen de la… jeta.