Es de contar i no creer
de una manera formal
el crímen descomunal
que acaba de suceder.
Pues, señor, en la ciudad
en un dia señalado,
se fué temprano al mercado
Castañeda Trinidad
por mavor seguridad
a un hijo apenas de un mes,
con su hermanito José
los colocó en una cuna;
esta trajedia importuna
es de contar i no creer.
Dos años José tenia
o un poco mas solamente;
su padre se hallaba ausente
desde el comienzo del dia,
pero en la casa vivia
el niñito Leon fatal,
que con instinto infernal
armado de un grueso palo,
probó hasta donde era malo
de una manera formal
Al niño de un mes apena
lo lastimó en la cabeza
i la boca con presteza
en seguida le barrena.
Al verla de sangre llena,
el pequeño criminal
abandonaba el lugar
de aquella exena sangrienta.
Es así como se cuenta
el crimen descomunal.
El niño José se hallaba
bajo una mesa metido,
con rostro tan afiijido
que su inocencia mostraba.
La madre en esto dentraba
i tanta desgracia al ver,
ha llegado a comprender
que los dos chicos pelearon
i luego el drama formaron
que acapa de suceder.
La pequeña criatura
el veinricinco murió
a León se le arrestó
con su madre sin ventura.
Pero esta chica figura
ha despertado interés,
porque ha contestado al juez
sobre el malvado incidente,
diciendo en tono insolente
«¡Yo he sido quien lo mató!»