Estoi criando un clavel,
con mis caricias lo riego:
he puesto en él mis sentidós,
el que me lo roben temo.
A mi corazón por fiel
he puesto de su hortelano,
siendo mi pecho un verjel
donde con mi propia mano
estoi criando un clavel.
A nadie la llave entrego
del jardin donde él habita,
por que bien sé que mui luego
la sequedad lo marchita….
con mis caricias lo riego.
Mis ojos enternecidos
están cuidando lo hermoso,
siendo un lucero encendido
i por ser tan fragancioso,
he puesto en él mis sentidos.
Jardinero soi de amor,
que de todas flores tengo,
entre ellas hai un clavel
que por la fragancia de él
el que me lo roben temo.
José Arroyo