Lectores yo no me arredro
¡ con veinte mil de a caballos !
al hablar de los seis rayos
de Coronel i San Pedro
ni se imajinen que medro
al hacer su descripcion
pues si ponen atencion
i su desconfianza es harta
lean la pájina cuarta
del diario de la Naciou.
Dicen que unas tempestades
en su duracion mui breves
que huvo el Lunes i el Jueves
causó estas calamidades;
en una de esas ciudades
llamada del Buen Retiro
se metió como un suspiro
un rayo en la chimenea
i sin afan ni taréa
la hiso pedaso al tiro.
El jueves como a las dos
de la mañana se vieron
cinco rayos que cayeron
unos de otros en pos
pedian clemencia a Dios
al ver aquella herejía;
se rezaban letanía
por todo el pueblo asustado
que andaba sobresaltado
formando gran gritería.
Han sido muchos los males
que ocasionó en la pradera
destruyendo donde quiera
telégrafos i animales;
consecuencias mas fatales
han habido, según creo ;
un hombre que iba en correo
a un pueblecito cercano
lo pilló un rayo a la mano
i lo mató sin rodeo.
Al fin volvió a su destino
el buen tiempo i la bonanza
i aunque el invierno avañza
ya no habrá mas desatino;
aunque salga a mi camino
Adriazola con su ciencia
yo le predigo en conciencia
al pueblo que esté tranquilo,
porque aquel pobre pililo
está enfermo de demencia.