Un uruguayo valiente
a duelo se desafiaron
con un cobarde arjentino
se batieron i pelearon.
El puerto Montevideo
fue testigo de esta escena
Callorda sin tener pena
respondió con tal deseo:
a mi parecer me creo
que Chile en su continente
a la vez de estar al frente
de aquella arjentina esteusa
opinó en nuestra defensa
un uruguayo valiente.
Era una conversación
que se rompió de la guerra
en aquella neutral tierra
i se tramó la cuestión
en mas altura i razón
los labios vociferaron
los contendores hablaron
Adrian con Arrascaera
en la contienda discreta
a duelo se desafiaron
Sobrino del jeneral
que es de su mismo apellido
intrépido distinguido
i de brio natural,
en aquella capital
donde el lance se previno
del primero fué padrino
Rivas i Usher del segundo
el agravio fué profundo
con un cobarde arjentino.
Callorda en una mano
salió herido en un costado,
pero leve han avisado
que en poco se verá sano;
por lo contrario el cuyano
en lo que se contestaron
de modo se impacientaron
a ambos por cierto les labra
i de palabra en palabra
se batieron i pelearon.
Al fin si en esos terrenos
dijo Callord[a] sin susto,
nosotros tendremos gusto
de acompañar los chilenos;
i atar los caballos buenos
de la rienda sin desmayo,
en ese primer ensayo
ahi veremos a los crueles,
i de Chile los cordeles
en real Plaza de Mayo.