En la semana pasada
por un percance casual
como cuatro señoritas
se ahogaron en un canal.
En la Rrovidencia arriba
cerca del agua Potable
fué el hecho desagradable
que es preciso que describa;
en charla ruidosa i viva
i a pasear por humorada
mnchas familias nombradas
fueron al sitio indicado
pasando con mucho agrado
en la semada pasada.
Pasaron el dia entero
en el mayor regocijo
haciendo exámen prolijo
señoras i caballeros;
en la tarde l[o]s cocheros
recibieron la señal;
de vuelta a la capital
cerca de las siete i media
ocurrió la gran trajedia
por un percance casual.
Un cochero que traia
a una familia entera
cayó de mala manera
en un gran canal que habia
en el medio de la via;
luego empezaron las gritas,
pero las aguas malditas
que sen ahí torrentosas
arrastraron presurosas
como a cuatre señoritas.
El cochero se salvó
pero por una gran suerte
los demas hallaron muerte
pues la agua se los llevó;
auxilio se les prestó
mas sin provecho formal;
los cuerpos de cada cual
se hallaron a gran distancia;
cuatro damas de elegancia
se ahogaron en un canal
Cuando fué a hacer inspección
del sitio el señor Cruz Cañas
por razones nada estrañas
se llenó de indignación;
¡mantener el gran cequion
abierto en todo el camino!
¿Puede haber un desatino
o neglijencia mayor?
¡La auteridad superior
tape el canal asesino!