Prestadme ronco mar tus convulciones
I la voz de tu olas tormentosas;
¡Muévanme aquellas mismas emociones
Que en horas mui hermozas
Hacian entonar a tus ciclones
Melodias grandiosas
Po[r] montañas, desiertos i naciones!
Prestadme oh sol la llama incandecente
Enjendro de aquel rayo
Que el 21 dia iluminó de Mayo
Con aureola de luz resplandeciente!
De Chile en el desmayo
Con ella quiero iluminar mi mente!
Inútil pretención,
Pedicos majestad, pediros luz.
Tambien teneis vosotros corazon
I os llena de dolor un ataud!
Aquel que en su grandeza,
No halló para su trunfo que le estorbe
Aquel que fuera admicación del orbe
El héroe feliz de Punta Gruesa,
E[l] valiente guerrero,
Cuyo nombre el cóndor altanero
Paseara a la faz de este planeta,
Del heroismo incomparable atleta,
Tipo ejemplar de la pasada guerra,
Ya no adorna la tierra;
Como una débil caña
Ya el jigante cayó;
Lo derribó inclemente la guadaña
Que hizo de Prat un hombre semi Dios!
El te llamaba, partícipe de gloria
En el panteon sagrado de la historia
Verás con él tu nombre entrelazado.
Han de servir ¡oh rayo de la guerra!
Tu gloriosa memoria a eternizar
El átomo mas simple de la tierra,
Las olas jigantesca de la mar
Ellas serán los nobles trovadores
Que narren de tu vida la grandeza,
Retratando con vívidos colores
La hepopeya inmortal de Puuta Gruesa.
(Pasa a la tercera columna)
Débil gaviota en enemiga playa
¡Oh Covadonga, nave lejendaria!
A otra nave mayor que el Himalaya
Consigues a tus piés ver tributaria.
Cuando bandeada del primer momento
Con herida mortal tu cirujano,
Queria congregar el firmamento
Los dioses en tu contra, pero en vano,
Tú, de esa nave ¡jóven capitan
No abrigado en las alas de la fama!
Hiciste formidable Leviatan
Que remontó a los cielos su oriflama!
No vendrá ni la fábula ni la historia
Mas grandiozo episodio a relatar;
El fulgor soberano de tu gloria
Solo lo iguala un hombre: Arturo Prat!
¿Esa alma temeraria donde está?
¿Ya pasó de esta vida los humbrales
Entrando tu figura de titan
A asustar a los mismos inmortales?
Desde hoi dia la histo ia te con[s]agra
E[p]icos frutos de tu heróica acción,
Como triunfo increible, lo de Sangra!
Como matirolojio, Concepcion!
I esa cripta que tu cuerpo encierra
Cual reliquia de un pueblo, venerada,
Por todos los valientes de la tierra
Se ha de ver con ahinco visitada,
Ahí, iran los marinos a aprender
Sus primeras lecciones de heroismo
Contemplando al apóstol del deber
Sublime encarnación del patrio[t]ismo!
Suspende pueblo tu elejia amarga
Reposa pues en paz, noble Almirante,
Tal vez tu tumba en época no larga
El templo han de llamar, de los jigantes!
El ataud que guarda complacido,
De un héroe, las cenizas, de tu talla,
Es el pecho de un pueblo agradecido
Que por tu muerte en sentimiento estalla…..
Oh! patria nó no llores
Que en tu dolor profundo!
Apurando los mismos sinsabores
Tenlo seguro, te acompaña el mundo!!!
Necesitaba el cielo
La talla contemplar del hombre grande
Para quien el coloso de los Andes
No basta a pedestal ni todo el suelo!