Una mujer hechicera
A un gran cerro me llevó
I enseñarme prometió
A volar de mil maneras.
Era una vieja rotosa
I por bruja la tenian
I las personas creian
De que hacia tales cosas
Exisencias fabulosas
Me hacia creer por doquiera.
Como yo tan leso era
Admití que me lleva[s]e
I que a brujo me enseñase
Una mujer hechicera.
A las doce, me decia
De la noche, tú estarás
En un gran salon quizás
Con la mayor armonía
Oyendo las melodías
I en el medio estaré yo.
Te advierto ya que tú no
Hables mas de relijion,
I con esta pretensión
A un gran cerro me llevo.
Esto yo le prometí
A la dicha bruja mala
I artiro pues crié alas
Con asombró para mí.
Cubierto de unto me vi
Porque ella tanto me he cchó.
Un secreto pronunció
Para volverme piden;
Este vuelo hice bien
I enseñarme prometio.
Cuando ya iba volando
Yo miraba para abajo
I ví con mucho agasajo
Bellos palacios brillando,
Edificios que admirando
Dejaria a cualesquiera
Pasamos una pradera
Donde había un gran jardin.
I me propuse por fin
A volar de mil maneras.
Al fin, cansados llegamos
A la mas alta montaña:
Dijo entonces la viejaña
En esa peña paramos.
A ella nos acercamos
Cesande ya nuestro vuelo.
En la piedra un portezuelo
Señorés, redondo había;
Lo que me paso ese dia
Después diré sin recelo.