La Purísima Concepcion

Inmaculada doncella!
Oh Madre del Redentor!
Hoi te honra el orbe cristiano
Por tu pura concepción.

Muchos siglos la herejía,
Con brutal obstinacion
Negó tu mas bello don.
Sacratisima María.
Pero por fin llegó el dia
En que tu gloriosa estrella
Alumbró mucho mas bella
En la tierra i en el cielo.
Que eres tú nuestro consuelo,
Inmaculada doncella

De Dios el Hijo divino,
Por darnos eterna luz
Clavado está en una cruz.
Como cualquier asesino.
Cuando la agonia vino.
A hacer mas cruel su dolor.
Dijo a esta virjen de amor
Pues sin hijo a quedar vas,
“Madre del hombre serás
Oh madre del Redentor!”

Del uno al otro hemisferio,
Reconociendo tu auxilio.
Decretó un santo concilio
El mas grandioso misterio.
Castigando el vituperio
Del miserable pagano,
Que te negaba de plano
Tu santa virjinidad,
Con toda solemnidad
Hoi te honra el orbe cristiano.

En tu corazón se encierra
La pureza de los ánjeles,
La gloria de los arcánjeles,
El amor de cielo i tierra.
Si te hace el infierno guerra
Con negra abominacion.
En toda la creación.
A despecho de Satán.
Reina te proclamarán
Por tu pura concepción

Salve, Virjen pudorosa
Save, divino lucero:
Salve, madre del Cordero;
Salve, madre cariñosa!
Mi alma apena[d]a, angustiosa.
Por lo que estimes mas caro.
Te pide que, sin reparo
Por lo que a Dios he ofendido.
Sin que me eches en olvido.
Me tengas bajo tu amparo.

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