LA PALOMA AMOROSA

Llorad, paloma llorad
La ausencia de tu palomo,
Recuerdo que fuí tu aromo
Que el de tí se acordará.

Quize a una paloma ingrata
De ella mal pago recibo,
Sin poderoso motivo
Su vago vuelo desata;
Como inconstante y pirata
Presindió con veleidad,
Ave, mira tu ruindad
Por el contrario gozando,
I si mal estás pasando
Llorad, paloma llorad.

Jamás semilla faltó
Ni en el nido el alimento,
Ni otra clase de sustento
Cuidado que tuve yo:
Sin duda que te invitó
Algún ser con voz aplomo,
No digas sin saber como
Perseberas donde estás,
Yo juzgo que sentirás
La ausencia de tu palomo.

Si a otro árbol te has allegado
Por mirarle verdes ramas,
Por si sola te difamas
I a mi flor has olvidado,
Mi plantel abandonado
De tí las noticias tomo,
A las bondades me asomo
Con esperanza ilusoria
No séas de mala memoria,
Recuerda que fuí tu aromo.

De mi poder te volaste
Con un vuelo tan violento,
Ignoro tu pensamiento
Que sin mirar me dejaste.
Tú fuiste la que faltaste
Al pacto tan de verdad,
Formada nuestra amistad
Aun que esté de tí distante,
No te olvides de tu amante
Que el de tí recordará.

Al fin, al desengañarte
Cual paloma voladora,
No hagas lo de la traidora
Para de mi separarte,
Que has hecho con ausentarte
I apagar la ardiente llama
De mi voz que a tí te aclama,
I si tu persona pueda
Si alguna pasión te queda,
No te olvides de quien te ama.

Nota: este verso fue publicado bajo la firma de José Arroyo aquí, pero un texto manuscrito lo atribuye a García.

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