Por la virtud de un violin
Bailó el judio usurero;
Junto con el escribano
Bailó el juez y el carcelero.
Un hacendado tenia
Un servidor laborioso
Que tres años con reposo
Le trabajó dia a dia
Y nunca plata veia,
Pero él trabajó hasta el fin.
El patron en un jardin
Tres escudos dió al paisano,
Quien se los cambió al enano
Por la virtud de un violin.
Nuesto honrado campesino
Mui alegre se machó,
Cien veces mas se encontró
Contento por su camino,
Cuando en la copa de un pino
Vió una tenca por primero
Que cantaba con esmero;
El le hizo el punto y cayó
Y luego que la tomó
Bailó el judio usurero.
El paisano mui atento
Por el campo iba solito
Y le salió un enanito
En tan preciso momento;
Por qué andaba tan contento
Le preguntó mui ufano;
El le dijo al cortesano;
«Tengo que sin vacilar
A dos mas hacer bailar
Junto con el escribano»
A cojerla donde estaba
A un matorral corrió,
Y el paisano le tocó
En su violin y él bailaba,
Saltaba y mas saltaba
Cada rato mas lijero;
Quebró un cántaro chichero
En las primeras tocatas;
Por encima de unas latas
Bailó el juez y el carcelero.
Al fin, él con mucha prosa
Siendo por última vez.
Los empleados con el juez
Bailaron la resbalosa.
Fué una hora penosa
Para aquellos pipiolillos.
Con sus instintos sencillos
Les pasó tan séria mano
Y llevó el buen paisano
Cien pesos en sus bolsillos.