Salve momento precioso
en que eres crucificado
en medio de dos malvados,
llamado facineroso,,
que en tu dolor halla gozo
i te insulta el caminante
i rien de tu semblante
los soldados del Tiberio
i te hartan de improperios
al mirarte agonizante.
I tú en tu dolor profundo
ruegas por tus enemigos
pidiendo amparo i abrigo
para los malos del mundo;
prometes en un segundo
volviéndote al buen Ladron
el Paraiso i perdon
i a tu Madre con afan
por hijo le das a Juan
lleno de humildad i unción.
Te dan a beber sediento
yel viagre, mirra i hiel,
encomiendas tu alma a Aquel
que escucha tu sentimiento;
obedeces sin lamento
al ver la muerte que avanza,
te parten con una lanza
sangre i agua ha manado
de uno de tus costados
entre la risa i la chanza.
Nuestras llagas, nuestros males
hijos del humano vicio
despues de tu gran suplicio
i de sufrimientos tales
sanas con tus cardenales;
Señor mio Jesucristo
te ofrezco i no me resisto
estas amargas querellas
yo te doi gracias por ellas
divino i sagrado Cristo.