Cuando el Msías llegó
Al pueblo Jerusalen,
Los contrarios fariseos
Le miraban con desden.
Jesús se puso en camino
Por convertir al linaje:
Llegó al pueblo de Bethfaje
Profesando su amor fino.
Aquel Hacedor Divino
A sus ministros mandó:
Un jumento les pidió
Para marchar sin tardanza;
Le cantaban alabanzas
Cuando el Mesías llegó.
Marchó con mucho consuelo,
Con júbilo i alegría;
La muchedumbre seguía
Viendo que era el Rei del cielo.
Esparcian por el suelo
Flores i esencias tambien.
Al Creador, cuando lo ven,
Le ofrecen laurel i palmas,
Porque iba a convertir almas
Al pueblo Jerusalen.
Ya cuando llegar lo vieron
A aquellos santos lugares,
Con sus preciosos cantares
A Jesus lo recibieron.
De este modo le ofrecieron
Adorarle con deseos:
Se humillaron como reos
Los que con fervor le amaron;
I por eso se indignaron
Los contrarios fariseos.
Cuando se encontró hospedado,
Contempló en esos instantes
Lo que pocos años ántes
Habia pronosticado.
Se marchó al templo sagrado
Aquel que nació en Belen.
Las historias que leén
Dan detalles verdaderos
Los profanos usureros
Le miraban con desden.
Al fin, con su mano santa
A los enfermos curaba,
A los ciegos vista daba
i a los muertos los levanta.
Como su virtud fué tanta,
Convertia al pecador,
Predicaba con fervor
Por la fé de los articulos,
Rodeado de sus discipulos,
Nuestro Divino Hacedor.