Espantoso crimen
EN CASABLANCA
LA NIÑA QUE ME COMPRE,
ALIVIA DE SU PESAR

En el pueblo Casablanca
Este crímen sucedió,
Un insigne por rival
A una muerta apuñaleó.

Contaré este varon
Lo que hizo por picacena,
La tan horrorosa escena
Que ha causado admiración.
Entró una noche al panteón
Con ira i voluntad franca;
Saltó por una barranca
I ahí su fé renegó
Mui horrible profanó
En el pueblo Casablanca.

Sucede que este malvado
Por medio de una gran riña,
Le sentenció a esta niña
En vida lo mencionado;
Como impío condenado
De este modo se indignó;
Pero vivas no alcanzó
A vengarse con imperio,
Despues en el cementerio
Este crímen sucedió.

Cuando esta niña murió
Al sepulcro fué llevada,
De donde estaba enterrada
El bandido la sacó;
Cuatro cuerpos puñaleó
En el cementerio tal,
Hasta encontrar el fatal
Los restos para burlarse;
Solo pudo acriminarse,
Un insigne por rival.

Daniel Rojas se aquerella
Dando contra al deshonroso,
Porque el padre amoroso
De la difunta doncella;
Como dejase la huella
Por sospecha se tomó;
Del nefando hablaré yo
Ántes que el caso se aleje
Que con entrañas de hereje,
A una muerta apuñaleó.

Despedida

Al fin, a este delincuente
Le están siguiendo sumario,
Por el hecho estraordinario
Que ha efectuado en lo presente.
El pueblo i toda la jente
Piden para el criminal.
Al castigo jeneral.
La lei de hoi lo ha condenado,
Por que a una muerta ha pegado
Con un agudo puñal.

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