Esta mano tan salada
Me ha sucedido por lacho;
Por andar de pretendiente
Me apalearon como un macho.
Una vez que iba pasando
Por las puertas de un ranchito,
Divisé a un viejecito
Con una niña parlando.
Mui pronto me fui acercando
I le dije en su morada;
Taitita, ¿qué es su adorada
La dama que veo aquí?
Pero yo después sufrí
Esta mano tan salada.
Luego me miró el anciano
Sin tratar de incomodarse,
Me dijo, pase a sentarse,
Mui digno aquel veterano.
Yo me le mostré marrano
Diciendo que era gabacho;
La niña un ojito gacho
Tenia, i era agradable
I un caso tan admirable
Me ha sucedido por lacho.
Cuando la vieja me cacha
Mui pronto me garrotearon
I de rabia me dejaron
A solas con la muchacha;
I con el astil de una hacha
Me pegó el viejo en la frente,
Me dijo perro imprudente
Tu arrojo ha sido mui malo,
I allí me aturdió de un palo
Por andar de pretendiente.
A la niña le hablé franco
Antes de entablar la arenga,
I me dijo ahora venga
La puerta se la destranco.
De la felpa quedé manco,
Pero seguí el mismo empacho
Me vine a meter borracho
Sometiéndome a los riejos,
I aquellos malditos viejos
Me apalearon como a un macho.
Al fin llegué silencioso
A la casa i me escondí,
I me pegaron ahí
Como a un perro goloso;
Por tener la dicha i gozo
De aprovechar mi consuelo,
Los ancianos por el celo
Sin piedad me maltrataron
I aturdido me dejaron
Sin menear pata en el suelo.